Una aventura insólita entre fortalezas, claustros, antiguos monasterios y mucho más.
Desde 2017, las Murallas Venecianas de Bérgamo son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y es desde una de sus puertas emblemáticas, la de San Giacomo, donde comienza tu viaje para descubrir sus secretos entre fortalezas, troneras, claustros y antiguos monasterios…
Comienza en uno de los miradores panorámicos por excelencia de Bérgamo: la Puerta de San Giacomo, desde donde podrás disfrutar de una de las vistas más hermosas de la Ciudad Baja.
Es el único acceso peatonal y la única puerta que tiene una fachada de mármol de Zandobbio. Siguiendo el recorrido de las murallas, pronto observarás una estructura de acero colocada sobre un soporte de piedra: se trata de un insólito reloj de sol que marca el horario de verano, la hora solar y la rosa de los vientos. Cerca también encontrarás una escalera metálica que te llevará a descubrir la Cannoniera di San Giovanni, uno de los testimonios de defensa armada utilizados durante la dominación veneciana.
Dato curioso: desde este tramo de las Murallas, en un día despejado, agudiza la vista e intenta divisar el horizonte de la cercana Milán…
Continúa por la ruta hasta llegar a lo alto de la Ciudad Alta, donde se alza imponente la segunda puerta de las murallas: la Porta Sant’Alessandro.
Debe su nombre a la basílica homónima, de la que sólo queda una columna como testimonio, ¡intenta localizarla!
Siguiendo dentro de las murallas de la ciudad, toma la via Beltrami ligeramente cuesta arriba y cerca del Jardín Botánico podrás admirar la Polveriera Superiore di San Marco, una estructura revestida de plomo del siglo XVII que en su día se utilizó para almacenar pólvora.
Luego, volviendo brevemente sobre tus pasos, cruza el pasadizo junto a la Torre di Adalberto hasta la Cittadella Viscontea, una plaza característica de Città Alta que aún alberga varios signos de su variado pasado.
Una vez hayas cruzado la plaza, localiza la Via della Boccola a tu izquierda: encontrarás una de las entradas alantiguo Monasterio del Carmine, que hoy, gracias a un proyecto de rehabilitación en clave cultural del Teatro Tascabile di Bergamo, ofrece numerosas iniciativas y eventos que no debes perderte.
Continuando por la Via Boccola, llegas a la Porta di San Lorenzo, frente a la Porta di San Giacomo, la más pequeña y antigua de las murallas.
Sube por la Via San Lorenzo, el esfuerzo de la pequeña subida se verá recompensado por la vista de la torre más alta de la ciudad: la medieval Torre del Gombito, que hoy acoge a turistas y visitantes de todo el mundo.
Asómate a la oficina de turismo y pide indicaciones para llegar a la Piazza Mercato del Fieno, donde se encuentra elantiguo convento de San Francesco, y descubre la terraza panorámica que ofrece un horizonte imperdible: la intersección de los dos valles, Brembana y Seriana, en el interior del claustro.
A continuación, desde la Piazza Mercato del Fieno, sigue la Via Solata y luego la Via alla Rocca hasta llegar al emplazamiento del Museo dell’800: la antigua fortaleza del siglo XIV, la Rocca.
Su Parco delle Rimembranze (Parque del Recuerdo) es otro de los miradores que no debes perderte en la Ciudad Alta.
Desde la Rocca, llega a la Piazza Mercato delle Scarpe y toma la Via Porta Dipinta.
Desciende para llegar a la última etapa del itinerario: Sant’Agostino y la Fara. Atraviesa el arco dePorta Sub Foppis y disfruta de la vista del Parco della Fara, en cuyo fondo aparece majestuoso el antiguo Monasteriode Sant’Agostino, hoy sede de la Universidad de Bérgamo. Continúa en dirección al antiguo Monasterio hasta llegar a la puerta del mismo nombre, principal entrada monumental a la Ciudad Alta.
Una vez pasado el complejo, a la derecha del Viale delle Mura, verás una abertura que se adentra suavemente bajo tierra, es la entrada a la Cannoniera di San Michele: uno de los lugares más evocadores de la Bérgamo subterránea, antaño utilizado para cañones y municiones, hoy una caverna totalmente decorada con estupendas estalactitas y estalagmitas.
Éste es el final del itinerario para descubrir los secretos de las murallas, pero nada te impide seguir paseando por ellas y asombrarte con las vistas que ofrecen de Bérgamo.