Corsarola es el nombre con el que los bergamascos llaman familiarmente a la Via Bartolomeo Colleoni, que debe su nombre al famoso condottiero del siglo XV, y es el lugar de paseo favorito de quienes van a la Ciudad Alta.
El nombre de Corsarola retoma probablemente la denominación clásica de “Corso” que se da a las vías peatonales.
No se puede excluir que se refiera precisamente al bullicio que puebla esta vía a todas horas.
Obviamente cerrada al tráfico, esta carretera es sin duda la ruta perfecta si quieres sumergirte en el pasado, imaginando que vivías cuando Bérgamo sólo estaba construida en la parte montañosa de su territorio.
Siempre muy concurrida, puedes encontrarte con estudiantes universitarios, turistas, pero también muchos residentes que frecuentan las tiendas, bares y restaurantes diseminados por la calle.
Éstos son sólo algunos de los establecimientos históricos que puedes visitar: la Marianna, la Trattoria del teatro, la Vineria Cozzi, la charcutería Mangili, el Caffè del Tasso y la panadería Panificio Tresoldi.
¡Conviértete en un auténtico bergamasco y pasea por la Corsarola!