Una “verdadera” trattoria, un establecimiento histórico gestionado por una familia, que hace del respeto al territorio un punto fuerte, un lugar un poco fuera del tiempo donde comer, charlar y sentirse como en casa. Está enclavado en un paisaje que vale la pena recorrer unos cuantos kilómetros y curvas más. La cocina es auténtica y ofrece recetas locales como los casoncelli “como hechos en casa”, con un toque de canela y un poco de panceta, y el conejo con tocino y castañas. Los embutidos se cortan con una Berkel vintage que, con su belleza, da la bienvenida a los huéspedes en la entrada. No te pierdas el jamón de Ardesio, curado en el heno del Val Seriana.
El Chef
Maurizio Pesenti
A los catorce años, Maurizio ya ayudaba a su madre, cocinera de la trattoria familiar. Aquí, ha abrazado las tradiciones familiares, interpretándolas con su sensibilidad y dándoles un toque de creatividad e innovación. La cocina del local es típica del territorio, y los productos utilizados, desde quesos hasta embutidos, desde carnes hasta productos de la tierra, son locales y de temporada.