A la sombra del Monte Resegone
Esta fascinante ruta con impresionantes vistas, que te lleva al refugio de Resegone a 1265 metros, es perfecta para los amantes de la naturaleza y la historia, una experiencia de senderismo que no olvidarás fácilmente.
El punto de partida es el pintoresco pueblo de Brumano.
Aquí podrás aparcar el coche en el cómodo aparcamiento situado cerca de la Iglesia de San Bartolomeo, un lugar de gran interés para los entusiastas del arte y la historia del Renacimiento.
Fundada en 1567 y ampliada en 1800, aunque se encuentra en territorio bergamasco, celebra servicios religiosos de rito ambrosiano. Desde la iglesia, dirígete a la izquierda, donde comienza el sendero.
La primera parte del camino está asfaltada, pero pronto se convierte en una pista de tierra.
Después de unos 200 metros, notarás que la pendiente aumenta, haciendo que el paseo sea un poco más difícil.
Continúa a un ritmo pausado, disfrutando del paisaje que se abre ante ti.
A lo largo del sendero, cruzarás varias lenguas estrechas de carretera asfaltada.
A pesar del cansancio, serás recompensado con unas vistas espectaculares de las rocas grisáceas del Resegone vislumbradas a través de la vegetación y de los altos pastos de la Costa del Palio.
Este pastizal es conocido por ser la divisoria de aguas natural entre el Valle Imagna de Bérgamo y Lecco, una vista en la que sin duda merece la pena detenerse para hacer unas fotos.
Continuando por el sendero, llegarás a un agroturismo, un lugar excelente para un breve descanso.
Tras recuperar el aliento, sigue el sendero CAI nº 13, que te conducirá a través de un denso bosque.
Este tramo es especialmente fascinante, ya que aquí nacen los primeros riachuelos del torrente Imagna.
La ruta continúa durante aproximadamente 1,5 kilómetros a través de empinadas curvas cerradas, pero tu fatiga se verá recompensada cuando, tras una corta subida más suave, llegues a un claro en altura.
Desde aquí, el Refugio Resegone está cerca.
Una vez llegues al refugio, en Croci-Pradosdino
,
te encontrarás en un lugar ideal para reponer fuerzas.
La terraza de la cabaña ofrece una vista incomparable del valle que hay debajo.
Es el lugar perfecto para relajarse, disfrutar de una buena comida y gozar de la compañía de otros excursionistas.