Un ambiente bien cuidado con equipos elegantes. En la sala de la planta baja, una chimenea de estilo moderno crea la atmósfera en las noches de invierno. En el piso superior, un espacio más privado y una terraza para disfrutar de la frescura en los cálidos días de verano. Petronilla en la cocina y Luisa en la sala dan a los platos un toque femenino, con el uso de materias primas cuidadosamente seleccionadas, respetando la tradición. La sala está precedida por un bar de entrada, como ocurría en las antiguas tabernas. Aquí, lo nuevo y lo moderno no han borrado la historia de un restaurante que existe desde 1910, sino que lo han hecho aún más bello.