Caminando por las Murallas Venecianas de Bérgamo Alta, al llegar a Porta S. Giacomo podrás admirar el magnífico Palacio Medolago Albani.
Perteneció a los Condes Vailetti, concedido en 1695 por el duque de Parma Francesco Farnese, era originalmente un palacio de estilo del siglo XVI.
El último de los Vailetti, Luigi, decidió arrasar la mansión para erigir una completamente nueva.
El proyecto se encargó en 1770 a Simone Cantoni, arquitecto de origen tesinés que también diseñó Villa Olmo en Como.
Tras superar no pocas dificultades creadas, entre otras cosas, por el acusado desnivel del terreno, el resultado fue finalmente un espléndido ejemplo de palacio neoclásico.
El edificio salió a la venta a la muerte de Luigi y fue adquirido en 1835 por el Ayuntamiento de Bérgamo para convertirlo en sede del Liceo Clásico Sarpi.
Como las salas no pudieron adaptarse satisfactoriamente a la nueva función, el Ayuntamiento lo vendió seis años más tarde al conde Giacomo Medolago Albani.
La mansión fue transformada y embellecida por los nuevos propietarios, convirtiéndose en una de las más elegantes de la ciudad y siendo testigo de importantes acontecimientos históricos y culturales.
Entre ellos, gracias a su función de palacio de representación, la visita a Bérgamo de Isabel de Baviera junto con su emperador consorte austriaco Francisco José en 1857 y, dos años más tarde, el encuentro entre Giuseppe Garibaldi y Víctor Manuel II.
Desde punto de vista arquitectónico, el edificio tiene una planta en forma de C con el patio central orientado hacia el panorama de Città Bassa.
Todos los alzados, salvo el de la calle S. Giacomo, tienen un alto sótano rústico: un hábil truco empleado por Cantoni para reducir el impacto visual de la diferencia de altura, casi hasta ocultarla, gracias a que las columnas bicolores y semicolumnas de la fachada atraen la mirada del espectador, guiándolo hacia arriba.
Sobre las ventanas del piano nobile hay cinco medallones en bajorrelieve con escenas de la Gerusalemme liberata de Torquato Tasso, realizados por Giovanni Maria Benzoni en 1848.
La balaustrada sobre la cornisa está adornada con estatuas y un reloj del escultor Antonio Gelpi.
También en perfecto estilo neoclásico, la escalera que sube interiormente al primer piso es simétrica, con dos tramos.
En el primer piso, o “piano nobile”, puedes visitar las Salas Verde, Roja y Azul, cuyos nombres derivan de sus respectivos tapices; la Sala de Música, en la que resuenan las cálidas notas de las interpretaciones musicales, y la Galería Bonomini, decorada con finos frescos del artista bergamasco del mismo nombre. Otros artistas que decoraron los interiores del Palacio Medolago Albani sonLuigi Deleidi, conocido como “il Nebbia”, Filippo Comerio y Vincenzo Bonomini.