Descubrir los lugares de Bérgamo vinculados a la fe protestante valdense
El vínculo entre Bérgamo y el protestantismo es más estrecho de lo que podría parecer a primera vista.
Desde hace más de cuatro siglos, la ciudad alberga una comunidad evangélica que ha participado activamente en el desarrollo económico, social y urbano de la zona a lo largo del tiempo.
Los primeros miembros de esta comunidad eran suizos procedentes de Glaris, Zúrich y los Grisones: descendieron a Italia por el paso de S. Marco, Valtellina, atravesando Cornello dei Tasso y siguiendo la Via Mercatorum hasta la llanura. En su mayoría eran mercaderes activos en el comercio del algodón y la seda, cuyo hilado era una importante fuente de ingresos para la Bérgamo del siglo XVI.
Facilitados por la Feria anual de San Alejandro y el clima de tolerancia religiosa establecido por la República de Venecia, en el siglo XVIII estos mercaderes se instalaron definitivamente en la ciudad, mezclándose con el tejido social preexistente sin renunciar a su propia identidad. Su perspicacia empresarial se tradujo en éxito económico, que muchos reinvirtieron en la industria textil, residencias familiares y obras de caridad. De este enriquecimiento cultural y artístico han quedado diversos testimonios, que te ayudarán a descubrir el centro de Bérgamo bajo una nueva luz.
El punto de partida de este itinerario es el edificio monumental que quizá mejor atestigüe el destino y el compromiso de la comunidad protestante de Bérgamo: el Palacio Frizzoni.
Construido en los años 1836-40 a instancias de Enrico Frizzoni, último miembro de una de las principales familias valdenses de la ciudad, el Palacio Frizzoni es un magnífico edificio neoclásico que hoy alberga el Ayuntamiento de Bérgamo.
En su interior hay salas maravillosamente decoradas y una pinacoteca con unos 80 cuadros.
Dos calles también vinculadas a la historia valdense se abren a la plaza Matteotti: Via S. Orsola y Via Borfuro, donde las primeras iglesias “a domicilio” de los protestantes bergamascos se ubicaron en casas particulares, primero en Via S. Orsola, en casa de la familia Bonorandi, y luego en Via Borfuro, en casa de la familia Mariton, emparentada con la familia Blondel, de la que nació Enrichetta, la esposa de Alessandro Manzoni.
Para seguir la ruta, toma la vía Borfuro y, al final, gira a la izquierda por la vía Sant’Alessandro.
Después de unos 120, encontrarás a tu izquierda la via Sant’Orsola, que te llevará de nuevo a las inmediaciones del Palazzo Frizzoni.
Manteniendo el Palacio Frizzoni a tu izquierda, sigue recto y camina por la Plaza Matteotti hasta llegar al paso de peatones.
Aquí gira a la izquierda para tomar Viale Roma: tras unos 130 metros, a la izquierda, en el número 2/a te encontrarás con otro edificio importante, también vinculado en este caso a la historia actual: el Templo de la Comunidad Evangélica. Abierto habitualmente los domingos por la mañana para servicios religiosos, es un bello ejemplo de arquitectura neorrenacentista del siglo XIX.
Para llegar a las últimas etapas del itinerario, toma la ruta más pintoresca tomando la Via Petrarca, que está casi enfrente del Templo y discurre junto a la monumental Piazza Libertà. Manteniéndote al lado de la Banca d’Italia, tras unos pasos llegarás a la renovada plaza Dante, que da acceso al Sentierone a través de una espléndida arcada con columnas.
Desde aquí, ve a la derecha y camina por Via Tasso hasta el número 55, donde encontrarás el Centro Cultural Protestante, que alberga también la Biblioteca que lleva el nombre de Gerolamo Zanchi, erudito de origen bergamasco que fue uno de los principales representantes de la comunidad valdense europea.
El distrito es especialmente relevante para la historia de la comunidad valdense local porque, ya en los siglos XVI y XVIII, registró, junto con Borgo Pignolo, la mayor concentración de residentes de fe protestante, en su mayoría suizos.
Fue en Via Tasso donde se fundó la sede de la primera asociación comercial de la zona -precisamente por parte de los valdenses- y fue en Borgo Pignolo, uno de los pueblos más bellos y antiguos de Bérgamo, donde se ubicó otra iglesia privada valdense.
Para tener una visión completa de los lugares protestantes de Bérgamo, 140 metros más adelante, siempre a la izquierda, encontrarás elantiguo Palacio y Parque Caprotti, construido en el siglo XIX por la familia homónima de industriales de Brianza, que mantenía estrechos contactos con la comunidad valdense (como demuestra la creación de la casa de reposo Caprotti Zavaritt en Gorle, fundada en 1980). Además de admirar las bellas decoraciones del edificio, gracias al gran jardín podrás disfrutar de un descanso verde en pleno centro de la ciudad, entre estanques y cisnes.