La granja familiar está situada en 35 hectáreas de terreno cultivado con forraje para alimentar a las 70 vacas, la mitad de las cuales están en producción todo el año.
Las vacas se crían respetando el bienestar animal y producen unos 700 litros de leche al día, que se utilizan para la producción de queso en la quesería adyacente.
La producción de queso está garantizada por un sistema fotovoltaico que permite casi la autosuficiencia en el suministro de electricidad y agua caliente.
Todos los quesos se elaboran con leche no pasteurizada para mantener el sabor natural de la tierra.